Resumen rápido de mi experiencia

Desde el primer minuto, la cordialidad y atención de Mónica y su familia nos hicieron sentir como en casa. La habitación estaba decorada con elegancia y la limpieza era impecable. Los desayunos, con mermeladas caseras, fueron un verdadero deleite. Además, la tranquilidad del entorno es perfecta para desconectar. ¡Una experiencia que vale la pena!

Disfrutamos mucho de la casa en el entorno rural. Mónica, la anfitriona, preparó pan, pasteles y mermelada caseros para el desayuno. Las estrellas brillaban intensamente mientras disfrutábamos en el balcón con una copa de vino.

Más comodidad en las sillas sería ideal.

El desayuno casero incluye mermeladas deliciosas y es ideal para empezar el día. No olvides disfrutar del jardín, perfecto para relajarte con una buena vista.

La habitación estaba decorada con gusto y

el ambiente es acogedor. Mónica y Javier son anfitriones excepcionales que te hacen sentir como en casa desde el primer momento. El desayuno es delicioso y todo muy limpio. Lo único que quizás faltó fue una variedad más amplia de juegos para los niños.

perfecto para explorar asturias con fácil acceso a la playa

Me encantó la experiencia en este lugar, a solo 3 minutos de la playa de España y con fácil acceso a la autopista para descubrir más de Asturias. además, el jardín es un sitio precioso para relajarse y disfrutar del paisaje asturiano.

El lugar es encantador, con un jardín que invita a disfrutar del aire libre y relax. Las habitaciones están decoradas con un gusto exquisito y la limpieza es impecable. Además, el desayuno es un verdadero placer, con opciones caseras como bizcochos y mermeladas que te hacen sentir como en casa.

El único inconveniente fue que la ventana del baño no tenía persiana, permitiendo que entrara luz temprano en la mañana.

La habitación era súper cómoda y bien decorada. La cama, gigante y acolchada, ideal para descansar después de un día explorando Asturias. Me encantó la limpieza, todo estaba impecable. Además, el baño amplio te hace sentir que no estás en un lugar pequeño. Ah, y las ventanas eran geniales, abrías y entraba una brisa fresca. Aunque me habría gustado un par de sillas más cómodas para relajarnos en la habitación.

La estancia fue maravillosa. Mi marido y yo disfrutamos de la tranquilidad del lugar y la amabilidad de Mónica y Javier. Las habitaciones eran cómodas y la decoración moderna. Además, el desayuno casero nos dejó sorprendidos. Muy recomendable para las familias.

Mi mujer dice que sería ideal tener más juegos para los niños.

Me alojé en Casa Los Abetos y me encantó la experiencia. El desayuno, elaborado con amor y productos caseros, realmente deleitó mi paladar. La tranquilidad del entorno es perfecta para desconectar, aunque la TV estaba un poco alta para verla desde la cama. Aunque el colchón no era el mejor, el resto del lugar compensa cualquier inconveniente.

El desayuno es casero y delicioso. Faltan más tableros de juegos para disfrutar.

Jardín encantador, ubicación tranquila, anfitriones cálidos – un lugar ideal para desconectar.

La sala de estar es tan acogedora que me sentí como en casa de una abuela que siempre tiene galletas recién horneadas. Las vistas desde el jardín son dignas de una postal, perfectas para disfrutar de una tarde relajante con una copa de vino. El wifi gratis me permitió compartir cada momento con mis amigos sin esperar a volver a casa.

Falta de juegos infantiles

La habitación tenía un salón compartido con juegos de mesa, lo que fue una buena manera de relajarse. Además, la limpieza era impecable, proporcionando un entorno acogedor y cómodo para una escapada.

Los colchones resultaron poco cómodos, lo que afectó en gran medida la calidad del sueño. La ubicación de la TV en la habitación era demasiado alta, lo que dificultaba ver la pantalla desde la cama. Por otro lado, el minibar no enfriaba nada y el ruido de la fábrica cercana podría ser molesto para algunos, aunque personalmente no me incomodó tanto. El desayuno, aunque bueno, repetía lo mismo todos los días, lo que se puede volver un poco aburrido después de unos días.

La estancia en Casa Los Abetos fue estupenda. Mónica nos recibió con una calidez excepcional, siempre dispuesta a ayudarnos. Las habitaciones lucían impecables y estaban decoradas con un gusto moderno y acogedor. Destaco el desayuno, que incluía mermeladas y bizcochos caseros, realmente deliciosos. Además, el jardín es precioso y ofrece un espacio perfecto para relajarse con vistas al entorno asturiano.

Los colchones resultaron incómodos. no pudimos descansar bien. El ruido de la fábrica cercana se escuchaba levemente por la ventana del baño, lo que podría resultar molesto para algunos.